DIOS NO ME PUEDE PERDONAR..
Llegada la Semana Santa, decidió ir a confesarse. El sacerdote con fama de buen humor e ingenio atendía en su despacho.
-"¿Se puede padre?"
-"Buenas tardes, adelante"
-"Padre, quisiera confesarme. Hace mucho que no lo hago.
Pero, pero...
El penitente hizo silencio. El sacerdote callado, lo miraba con benevolencia. Al fin el hombre se animó.
-"Padre, Dios no puede perdonar mi pecado"
-"Dios es misericordioso...", le dice el Sacerdote.
-"Sí, lo sé, pero Dios no puede perdonar mi pecado ¡tan grande!
Entonces, el confesor se levantó de golpe y, sin ninguna palabra, miró fijamente al hombre, se arrodilló y comenzó a besarle los pies.
Más que sorprendido, el buen cristiano se retiró de inmediato.
El sacerdote con sus manos aprisionó de nuevo un pie del pecador creído imperdonable y lo besaba.
-"¡Pero, por Dios, padre! ¿Qué hace usted?", preguntaba escandalizado.
-"Adorarlo, adorarlo", repetía el sacerdote mientras inclinado, amagaba besarle más los pies.
-"Pero, ¿cómo me va a adorar a mí?"
-"Sí, debo adorarlo, porque usted es más poderoso que Dios"
-"Pero, ¿se ha vuelto loco?"
-"Ni mucho menos. Como usted dice que su pecado es más grande
que el perdón de Dios, usted es más grande que Dios.
Por eso, lo adoro"
Mensaje:
Unicamente no se le puede perdonar, al que no se deja perdonar.
Reflexión:
El perdón es gratuito, saludable y liberador.
Compruébalo personalmente en tu propia vida.
No te resistas a recibir el perdón de Dios.
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